sábado, 15 de noviembre de 2014

Creer

¿Eres creyente? Una pregunta un tanto confusa. No mucha gente puede contestar con una afirmación o una negación contundente. El término "creyente", da por sentado que hace referencia a creer en Dios y en su institución, la Iglesia. Es como un paquete; solo necesitas los tenedores, pero en el lote también van cuchillos y cucharas.
 
Yo diferenciaría los términos.
 
Por un lado destacaría, la necesidad del ser humano a pensar que algo mucho más poderoso que nosotros mismos, nos controla y vela por nuestra seguridad y salvación. La raza humana parece estar más cómoda sabiendo que somos títeres, en mano de magnos entes que controlan los hilos de la vida terrenal. ¿Por qué en todas las culturas aparecen estos seres capaces de moldear el destino a su voluntad? ¿A caso no podemos elegir las consecuencias de nuestros actos? Quizás no comprendemos el porqué estamos aquí. No logramos entender la finalidad de nuestra presencia en este mundo. No queremos asumir, que el fin de todo no lleva a nada. Anhelamos ser eternos y como seres finitos, nos aferramos al pensamiento de que algo nos cambiará y nos hará inmortales. Algo mágico, que no queremos saber, será la solución a todo nuestros problemas. Dejamos en manos desconocidas nuestras vidas y confiamos en el azar de estas. Muy típico de mi raza, confiar todo en alguien, para no ir lastrado el resto del camino. Una mera comodidad no menos indigna.
 
¿Qué nos diferencia de otros animales entonces? ¿La razón? ¿El control de los elementos? No, nos diferencian estos pensamientos. Es la línea más gruesa que nos separa del resto de especies. Sabiendo esto, los primates, nuestros antepasados "monos", integraban una pureza interior que jamás podremos ni imaginar. Una pureza que desechó el cambio evolutivo y que hoy algunos deseamos.
 
Por otro lado, la Iglesia. La institución más poderosa de todo el planeta Tierra. Para darse cuenta de la magnitud de esta, hay que remontarse unos dos-mil años en el tiempo, cuando dicen que existió un judío que cambió las cosas. No sé si Jesús, el hijo del Dios cristiano, cambió algo. Los relatos que hablan de él, que fueron escritos varias generaciones posteriores a su muerte y resurrección, si que nos cambiaron. Leyendas que se escuchaban por ahí y que unos personajes llamados a si mismos Apóstoles se dedicaron a reciclar y redactar. Cuentos que hablaban de un hombre capaz de hacer milagros, capaz de realizar cosas que el resto de la gente consideraba una acción divina. Ya sabéis, lo típico, convertir el agua en vino, curar la ceguera a un invidente, perdonar, resucitar... bueno esto último le costo un poco más, tardó tres días. No, no se me ha colado lo de "perdonar" como acción divina.
 
El perdón en la fe católica lo es todo. Siempre han predicado el perdón. ¿Has matado a alguien? Eso son minucias para tu Dios, di que te arrepientes y hazlo de carrerilla entonando cualquier cántico venerando a algún personaje bíblico y tu salvación está asegurada. Se abrirán las puertas del cielo como las de un burdel, cuando enseñas un buen fajo de billetes. Perdonar... ¿Quién perdonó a la pobre gente que no se digno a besar su cruz en tantas cruzadas?
 
La Iglesia el sumun de la hipocresía consciente, ha sido siempre la sombra de los poderosos, un aliado fiel que todos querían y quieren tener en su bando. Si está la Iglesia a tu favor, tienes carta blanca, ya no hacen falta excusas para justificar tus actos. Todas las acciones pasan por la bendición del Señor, se convierten en puros por el simple hecho de que Dios los ha acariciado. El poder, lo que más ansía la Iglesia. Así de claro, creedme. Aprecian tanto el poder que hacen ostentosidad de ello, no se cortan. Su sede central es el Vaticano, una lujosa ciudad o país, no se sabe muy bien, independiente al resto del mundo. Con leyes propias, riquezas intransferibles, con una democracia divina que consiste en seleccionar a los mejores para adoctrinar al resto. Un solo pensamiento por encima de todo, lealtad. Tener fe en este caso es sinónimo de ser leal. Cree ciegamente en la doctrina que se te da y no hagas preguntas. Así obtienen a un ejercito de manipuladores mentales, muy bien organizados en escalas de mando, capaces de invadir el mundo con un solo pensamiento: -La salvación está aquí, ven a buscarla.- Se te ofrece la salvación, no sabes de que coño van a salvarte pero ¡eh, la salvación! ¿Quién puede resistirse?
 
Predican lo que no creen y a sabiendas. Comparte, ayuda, perdona, entrega... y mientras nosotros disfrutaremos de grandes banquetes encerrados en nuestros palacios de oro y diamantes. Vestiremos con ropajes soberbios, para poder destacar por encima del resto de mortales y así lo tengáis más fácil para venerarnos.
 
No encuentro adjetivo para describir la sensación que invade mi cuerpo, cada vez que veo algún Obispo salir de un Rolls-Royce. En fin...
 
Aún así, no podemos pasar por alto un grupo de gente, el más importante, que bajo alguna influencia sagrada, lo dan todo al margen de esto. Entregan su vida al prójimo. Personas que forman asociaciones bajo el amparo que genera creer en la fe. Pero no en la fe divina, sino en la fe humana. Seres que dejan todo por dedicarse única y exclusivamente a cuidar de los demás. Sin recibir nada a cambio. Solo la sensación de haber hecho lo posible para que una persona salga un instante de su infierno, es suficiente. Incluso son capaces de compartir ese infierno para hacer más llevadera la carga al débil.
 
Esto realmente es la condición humana, o debería serlo. Después de todo, puede que haya esperanza.

8 comentarios:

  1. a veces las religiones se reunen para dividirse mejor

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Más bien para dividirnos, diría yo.

      Gracias por el tiempo dedicado. ¡Un saludo!

      Eliminar
  2. Sólo te parece mal la Iglesia católica?? Crítica a otras religiones también. El islam es muy tolerante con la mujer, con quien dibuja a su Dios...

    Lee el evangelio, es gratis.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No puedo criticar otras religiones ya que no era "el Corán" lo que me hacían leer al llegar el colegio, sino que era un "Padre Nuestro" muy bien orquestado lo que recitaba todos los días al llegar a la aula.

      ¿El Evangelio? Unos relatos escritos por cuatro fanáticos cien años después de la supuesta muerte y resurrección de Jesús... no gracias prefiero a Ridley Scott o James Cameron para estas historias, aunque sea pagando.

      Gracias por dedicarle tu tiempo y por comentar. Saludos.

      Eliminar